martes, noviembre 22, 2005

Hoy es un buen día

La verdad es que no ando de muy buen ánimo... hace dos semanas que he estado en cuestionamientos varios: amor, carrera, familia... diversos tópicos que comienzan a pulular en mi cabeza todas las noches en la soledad de mi habitación.
Doy vueltas en la cama pensando, a veces materializando los pensamientos en papel, pero más que todo, pensando... en que ya tengo 24 años y yo siento como si fuese más chica, con ganas de vivir todo de una vez, pero se interpone la frase "Ya estás muy grande para tonteras"... ahí comienza el dilema ¿Habré aprovechado y vivido todo a su tiempo?...
Después, en cuanto a la carrera, ¿Habrá sido buena elección? ¿Por qué no estudiar otra cosa además? y ahí comenzamos con el tema de la plata y que uno debería producir después de cinco años en la Universidad y que me debí haber dado cuenta antes y bla bla... ya con estos dos temas llevo más de dos horas de insomnio.
Pero llegamos al tema más complejo, el amor. Cuando me gustaba alguies, yo no le gustaba y cuando a mí no me gustaba un chiquillo, resulta que él andaba loco por mí. Conclusión: Andoo dando botes con los encuentros y desencuentros con personajes no aptos para mí, o pasteles en resumidas cuentas.
No es que yo ande rompiendo corazones por ahí, pero la verdad es que igual sin querer he tratado mal a algunas personas, por lo que pienso si esto de estar soltera es un castigo divino o simplemente necesito tratarme para encontrar mi rollo sicológico. Espero que sea la segunda opción.
Y con esos cuestionamientos me he llevado la noche sin dormir... otro día de insomnio y con las ojeras de tres metros al trabajo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola carlita:

es lógico que sientas miedo. Pues, apenas tienes 24 años y ya eres una mujer hecha y derecha. Para muchos (sobre todo cuando se es padre) la meta es llevar a su hijo a la Universidad, o bien, establecerlo en otro negocio. En fin, elegiste el camino que, a simple vista, parecía el más duro, el más ingrato. Pero es "sólo producto de tu imaginación", como decía un famosillo. En realidad, aún no has vislumbrado las puertas que están por abrirse. Recuerda que basta un pequeño agujero para que la habitación se llene de luz.
Por otro lado, está también esa sensación de soledad, pánico, abandono... es la misma que tenemos cuando aprendemos a andar en bicicleta: mientras tuvimos ruedas chicas a los lados, todo bien, pero una vez que las sacan...nos aporreamos, nos levantamos y...¡¡magia!.
Esa sensación que tienes es sólo la conciencia de que debes empezar a velar por tí misma, tomar tus propias decisiones trascendentes: tus padres ya cumplieron su misión. Ahora estás por tí. Pero tranquila, al principio cuesta, luego, no querras otro estado de vida que el de "libertad vital".
El amor... llega, cuando llega. sólo un consejo: descomplícate, uno capta lo que proyectas.
A las mujeres a veces en esta etapa les baja una ansia de inseguridad atroz; tanto así que buscan emparejarse, más que para sentirse queridas, para sentirse acompañadas y protegidas. Al respecto, una autora española, que no recuerdo su nombre en este minuto, escribió un libro titulado: "No sé si casarme o comprarme un perro". No era una maravilla, te diré.

Unknown dijo...

Estimado Cristián:
Antes que todo quiero agradecerte que hayas visitado mi Blog, siempre es interesante escuchar las opiniones de los demás... muchas gracias también por tu apoyo y creo que tienes mucha razón, generalmente cuando uno sale de la universidad siente que se viene una avalancha, pero hay que saber mantener la calma y resguardarse.
Gracias por tus consejos...
Saludos
Carlita